sábado, 5 de diciembre de 2015

Cómo escribir sobre una lectura, de Carme Font


¡Qué responsabilidad! A partir de ahora mis reseñas deberán demostrar que he aprovechado la lectura de este libro. Tengo la tentación de ocultar este post...

Creo que para hacer buenas sinopsis no es necesario todo lo que enseña la autora, que puede que esté pensando más en artículos, informes literarios o ensayos más amplios. No obstante, está bien, desmenuza los aspectos a tener en cuenta en una obra y en lo que se debe detener el lector que quiera realizar una reseña más o menos amplia.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Una familia feliz, de David Safier


Va a resultar que me entretiene este escritor. Sus libros no los incluiría en un canon ni en la bibliografía de un curso de Historia de la Literatura, pero su aparente sencillez no está exenta de trabajo. De hecho, como todos: las narraciones más sencillas son las más trabajadas y trabajosas.

En "Una familia feliz" se cuenta la historia de una típica familia, los van Kieren, en la que el padre (Frank) trabaja demasiado, no hay chispa en el matrimonio, la madre (Emma) regenta una librería ruinosa, la hija (Ada) adolescente es... adolescente y el hijo menor (Max) sufre bulling por ser un empollón. No hay felicidad familiar. Hasta que una mendiga-bruja les maldice y les convierte en monstruos (Frankenstein, vampiresa, momia y hombre lobo, respectivamente). Entonces, en la adversidad, es cuando va apareciendo el sentimiento de familia. Se embarcan en una furgoneta, junto a la chica que le gusta y maltrata al hijo y una compañera hippy de la madre, hacia Transilvania en busca de la bruja para deshacer el hechizo. 

Lo que es una pena es como decae la historia. Abusa de las referencias a películas (incluso utiliza efectos especiales e imágenes de ellas; no sólo en esta novela) y, a menudo, emplea soluciones infantiles, sin consistencia, como improvisadas. Es literatura hamburguesa y, además, baja en calorías.

David Safier no busca el rigor documental. En "Yo, mi, me... contigo" lo avisa expresamente. Aceptamos sus reglas del juego y leemos relajados unas historias delirantes, divertidas, originales y frescas. Desde "Maldito karma" ya he leído varios y me desintoxican de otras lecturas más pretenciosas y de libros y autores premiosos (que no premiados... o también).

Safier utiliza a la mujer como protagonista, salvo en ésta, en que los narradores son, de manera alternativa, los protagonistas de la novela. También constato sus dotes de observación. Los diálogos son realistas, los adolescentes están muy bien retratados, los guiños a personajes reales también están a la orden del día, así como pequeñas críticas a nuestra sociedad.

martes, 24 de noviembre de 2015

El laberinto del minotauro, Misión Historia


Una de las sorpresas que me llevo al leer lo que leen mis hijas es encontrarme con libros como éste. Es de estos en los que avanzas, y retrocedes, saltándote páginas en función de las respuestas que des a las preguntas que te plantea la aventura. A diferencia de aquellos libritos que leíamos en que construíamos nuestra propia historia con las respuestas, aquí tiene más un fin didáctico... y algo menos divertido. En cualquier caso, una manera más de atraer a los pequeños a la lectura con algo dinámico. Si después les queda algo del contenido, mejor que mejor.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Vivir es un asunto urgente, de Mario Alonso Puig


Este es el típico libro difícil de resumir. No es un ensayo sesudo ni una colección de citas budistas y, sin embargo, tiene el efecto balsámico del rigor científico unido a tono humano y positivo del autor. Nada de erudición, sólo sus conocimientos y experiencia. Su humildad reverbera a pesar de su enorme cualificación como médico.

Mario Alonso Puig no da consejos, al menos de esos que sientan cátedra. Pero te convence con sus argumentos por su habilidad didáctica. La pena es la memoria tan vaga que tenemos y cómo nos desinflamos de los propósitos que adquirimos tras la lectura de este tipo de libros.

Para releer; otro libro de cabecera.

Cuando pase tu ira, Åsa Larsson

La novela negra en general y los autores suecos en particular tienen la característica de retratar muy bien los ambientes, las escenas, las emociones de los personajes. Uno se sumerge en la narración con facilidad al reconocer detalles cotidianos y humanos en cada página. La lectura fluye y te arrastra como un torrente de capítulo en capítulo. Dominan los diálogos, emplean muy bien los motivos literarios, describen con eficacia... Incluso a pesar de los, para mí, impronunciables topónimos, disfruto de estas novelas como de un té caliente y una manta en invierno.

Un pareja de jóvenes descubren un avión hundido en el lago Fjrstjkqvz (o algo así ;-) ), pero no pueden salir a contarlo porque cortan la cuerda guía que les mantenía conectados con la superficie helada del lago a través de un agujero, también taponado. Que fuera un avión nazi de la SGM no era un detalle baladí. Así que la atractiva, interesante e inteligente Rebeka Martinsson se pone manos a la obra para descubrir a los asesinos.

Me ha gustado. Quizá lea algo más de esta autora.

La tía Julia y el escribidor, de Mario Vargas Llosa

Como no resulta nuevo para nadie, las novelas más antiguas de Vargas Llosa suelen ser las mejores... de las suyas. Aunque el hipotético morbo del libro viene por su inminente divorcio de su actual esposa, Patricia, y su relación con una mujer famosa del papel cuché (aunque nadie utiliza ya esta expresión a mí me parece muy indicativa de los que salen en esas revistas)... a lo que iba. Que, polémicas aparte, resurgió la polémica antigua de la relación del autor con una tía suya. Y sí, vale, la novela tiene toques autobiográficos, pero que nadie espere unas memorias, es ficción. De hecho, la mejor parte es la de las radio novelas o radioteatros, que intercala en la narración. Ya me gustó su dominio de los vasos comunicantes en "Pantaleón y las visitadoras" y aquí maneja de maravilla la alternancia de historias y escenas, entremezclando algunas, confluyendo otras, rellenándose una, la total.
No digo que me haya entusiasmado la novela, pero reconozco la maestría del autor en el dominio del lenguaje.

martes, 15 de septiembre de 2015

Cementerio de animales, de Stephen King


Un médico de Chicago, Louis Creed, se muda con toda su familia a una granja en Maine. Allí hay un cementerio de mascotas y otro de una tribu india, micmac. Su hija Elli adora al gato de la familia, Church, que muere atropellado. Pero, después de enterrarlo, Church vuelve... y no es el mismo. Meses más tarde es su hijo pequeño el que muere, atropellado por un camión de la Orinco. La tentación de desenterrarlo de su tumba y volverlo a enterrar en el cementerio micmac, más allá del cementerio de animales, parece irresistible. Más allá de lo racional, de los sueños premonitorios, de las pesadillas... el dolor de una familia destrozada por la pérdida del pequeño...

Casi la primera mitad del libro se me hizo lenta, casi tediosa, hasta el punto de plantearme dejar la lectura y ver la película. Luego mejora, aunque no he sentido el miedo que me han producido otras novelas de Stephen King.

Lo que es incuestionable es el estilo magistral que tiene a la hora de escribir. Esa forma tan americana, de un realismo plástico, con infinidad de detalles y nombres propios que van configurando en nuestra mente una imagen tangible de las escenas y logrando así la verosimilitud de la historia. Si añadimos que el cine y la televisión han completado nuestra "cultura americana" hasta casi hacerla parte de nosotros mismos, resulta muy efectiva la forma de escribir de los novelistas estadounidenses: Grisham, King, Pynchon, Auster... pero también Carver, Nabokov, Wolfe, Delillo...

Zen en el arte de escribir, de Ray Bradbury


¡Por fin un libro que me ha aportado algo! Como se suele decir, leemos el libro que somos, nos gusta lo que ya pensamos. Quizá haya reconocido en las palabras del bueno de Bradbury lo que yo, de forma menos cristalina, ya sentía o pensaba.

Habla de trabajo DIARIO, de ENTUSIASMO o pasión, de divertirse trabajando, de HONESTIDAD al escribir, de la LECCIÓN DE LA LAGARTIJA, del INCONSCIENTE, de leer poesía a diario, MIL PALABRAS AL DÍA...

TRABAJO-RELAJACIÓN-NO PENSAR

Hay algunas páginas que me sobran, pero creo que volveré a el libro de vez en cuando, para motivarme y para mantener la referencia, la perspectiva.

martes, 18 de agosto de 2015

Tombuctú, de Paul Auster


Míster Bones es un chucho callejero que acompaña a su dueño, Willy G. Christmas, en su vagabundeo por las ciudades. Su mayor habilidad es entender el lenguaje humano a la perfección. Sólo le faltaría hablarlo. Es inteligente, dócil, amable. Willy empezó a ser un vagabundo cuando se le apareció Santa Claus en el televisor, transmitiéndole la misión de esparcir buenas acciones. Como los días de Willy llegan a su fin se dirigen a Baltimore en busca de la antigua profesora de literatura de Willy, la que le motivó para escribir, para que se haga cargo de sus manuscritos y de Míster Bones.

Elegí este libro para quitarme el mal sabor de boca de la anterior novela de Auster. Está mucho mejor, pero tampoco es de mis favoritas de este autor. El narrador es el propio perro, salvo algún párrafo suelto en que pasa a omnisciente. No sé si esta licencia es premeditada o no, supongo que sí porque tanto el autor como el editor se habrían dado cuenta. Creo que está bien reflejada la mente de Míster Bones, tal y como nosotros, como seres humanos, podemos sospechar que piensan y, sobre todo, sienten estos animales tan inteligentes. Me vuelve a llamar la atención el final, ese giro dramático de punto y final, como en La música del Azar.

martes, 4 de agosto de 2015

La música del azar, de Paul Auster


¡Qué decepción! Me he encontrado con un libro tedioso, sin verosimilitud y una mezcla de "Misery" de Stephen King con el final de "Thelma y Louise". Lo terminé porque no tenía otro a mano en la playa...

Jim Nashe es un bombero de Boston que hereda de un padre que apenas conoció 200.000 dólares y tras abandonar su trabajo se dedica a gastarse la fortuna viajando en coche sin parar. Empezamos mal, no me parece a mí un dineral como para dejarlo todo, sobre todo porque tenía una hija que vivía con su hermana. Pero admito que hay gente pa tó. Conoce a Jack Potti, un jugador de póker, al que recoge de la carretera cuando iba trastabillando magullado por una paliza que le acababan de dar. Raro, pero soy de los que acepto las reglas de la ficción y asumo que los personajes son como son. Decide prestarle lo que le quedaba de la herencia para apostar contra dos primos, unos hombres a los que les había tocado la lotería y vivían solos.

Mientras, Jim se acuerda de su hija, a la que cuida su hermana. Pero parece que poco le influye. ¿Acaso esa herencia no era lo que necesitaba para recuperarla y vivir con ella? Pues no.

Resulta que los primos ya no son tan inocentes y les despluman. Jim y Jack no sólo pierden lo que quedaba de herencia, sino también el coche y hasta contraen una deuda mayor. Aquí empieza a chirriar. Vale que la gente pierde el norte y se juega hasta la pensión de la hija cuando cae en la lujuria de un vicio, pero aceptar trabajar como esclavos para pagar la deuda... Luego resulta que no pueden escapar, que tampoco llamar por teléfono pero les traen putas, que el capataz vigila su trabajo de construir el muro piedra a piedra con una pistola en la cartuchera... Cuando habían terminado el trabajo les vuelven a estafar los ricachones con una interpretación abusiva del supuesto contrato, Nashe lo acepta y sigue trabajando solo, rindiendo el doble... en fin, que no, que ni me lo he creído ni la historia me parece tan bien narrada como en otras novelas suyas.

lunes, 27 de julio de 2015

La sangre en los libros, de Santiago Posteguillo


Otro libro de este autor que recoge anécdotas curiosas y, a menudo, divertidas sobre libros y escritores. En esta ocasión no me han parecido tan inéditas como en "La noche en que Frankenstein leyó el Quijote", pero siguen siendo contadas de manera amena y ligera.

Vampiros, el duelo de Pushkin, las tres condenas a muerte de Séneca, la parte perdida de la Comedia de Dante, un discurso de Cicerón... En orden cronológico desde la antigüedad hasta los tiempos más recientes.

Además, importante, no pierde el rigor de los hechos históricos. Esto me parece fundamental y da valor al libro. ¡Me gusta! No tanto las reflexiones que hace de la actualidad al hilo de lo narrado, porque creo que con el tiempo se volverán caducas y el ensayo-relato quedará cojo.

sábado, 25 de julio de 2015

Lennon, de David Foenkinos


Una falsa autobiografía en formato de sesiones de terapia con un psicólogo de Nueva York. No soy un experto en la historia de los Beatles, pero reconocía muchas de las cosas que contaba: su infancia con un padre que apenas conoció, una madre que tampoco le cuidó, criado con su tía Mimí, su adolescencia violenta o conflictiva, Hamburgo, las groupies...

Para mi tranquilidad, aunque sea ficción y así lo advierte el autor, no se trata de una hagiografía del líder (al menos inicial) de los Beatles. Drogas, sexo, violencia... no eran unos santos. Y Lennon atravesó su calvario vital en busca de sí mismo. Yoko, la mala de la película, la responsable de acabar con los Beatles para todo el mundo, sólo rescató a Lennon. Le mostró el camino hacia la esencia. El sí, respirar, el presente... John Lennon tenía derecho a ser él mismo y dejar de ser una estrella.

Narra su vida, Lennon-Foenkinos, sin omitir su lado oculto, su desprecio por la primera mujer (Cynthia) y su primer hijo, Julian. Su casi alcoholismo, la adicción a la heroína, lo mal que trataron a muchos que pasaron por su vida, incluido Pete Best, el primer batería.

Creo que ha sido un acierto del autor adoptar la primera persona para narrar la vida de Lennon. De otro modo la novela sería aburrida, más allá del interés que pudiera tener el lector, que siempre dispondría de otros libros. La lectura es ágil a pesar de constituir un soliloquio y casi me apetecía poner su música como telón de fondo.

Tengo ganas de volver a la Cavern, de escuchar de nuevo y con atención sus discos, de leer más cosas de ellos y rebuscar esos documentales sobre la mejor banda de música de la historia.

sábado, 18 de julio de 2015

El último encuentro, de Sándor Márai


He tardado demasiado en comentar este libro y la memoria se vuelve difusa. Tal es el ritmo de vida que llevamos. Lo cual confirma la opinión que tengo de que lo que se disfruta deprisa deja menos poso que lo que aprovechamos despacio.

De este libro recuerdo que era lento, que no tedioso. Había pasajes reiterativos y, sí, bueno, puede que un poco aburridos. Sin embargo, tengo la impresión de que era la intención del autor para retratar mejor el ritmo de vida del protagonista, un general ya mayor, y sus pensamientos circulares. El militar se ha retirado en su castillo de estilo francés en los Cárpatos, que sólo utiliza en parte y espera la visita de su mejor amigo.

Dos amigos de juventud, uña y carne, separados décadas atrás sin motivo aparente. El que se fue puso tierra de por medio, literalmente, yéndose al extremo oriente. Un misterio. Un secreto. El invitado que tanto anhela, para el que prepara todo y se prepara él, apenas habla. Casi podría no haber aparecido. El casi soliloquio refleja que ya estaba todo dicho, que la visita de su amigo apenas servía más que para confirmarlo.

Amor, lealtad, Amistad por encima de todo... Hay reflexiones filosóficas, fruto de años de dar vueltas a la cabeza y a los recuerdos. "A veces pienso que la amistad es la relación más intensa de la vida... y que por eso de presenta en tan pocas ocasiones".

"Desde aquel día el muchacho tosió menos. Ya no estaba solo".

"La realidad no es lo mismo que la verdad. La realidad son sólo detalles".

"Somos humanos... es ley de vida el matar".

"Porque siempre amamos y buscamos a la persona diferente".

"Como si estuviera en conexión íntima con cada criatura, con cada fenómeno del universo".

Una mujer. Al final siempre son ellas los astros sobre los que giran las vidas de los hombres, planetas sin luz propia. ¿Fue ella la que acabó con la Amistad de los dos hombres? ¿Fue la Amistad la que salvó la vida de uno de ellos?

Desde el punto de vista técnico, utiliza varias voces para el narrador, en distintos párrafos o con una transición dentro del mismo. Sin que se note. Nosotros, tú... sí, también la segunda persona. También tiene un gran efecto literario cuando quema el diario de su mujer muerta sin abrirlo, el diario que podría ser la respuesta a sus cuarenta años de incertidumbre.

Me ha gustado mucho. Creo que es de esos libros que perdurarán en mi memoria con el paso del tiempo. De los que dejan huella.


"Empieza a envejecer el alma... cuando se acaba el deseo de placer ya sólo quedan los recuerdos, las vanidades y, entonces sí que envejece uno, fatal y definitivamente".

Memorias de África, de Isak Dinesen


Aquí podemos decir que la película no es fiel al libro y no por ello constituye un defecto. Es que no tiene nada que ver. Bueno, una mínima parte. La película (y su gran banda sonora) me gusta mucho, pero el libro es también muy bueno.

El título, en su traducción, induce al engaño. No se trata de unas memorias, sino de los recuerdos de la autora de su paso por Kenya. Apenas habla de sí misma. Son recortes, historias aisladas, a menudo sin principio ni final, al estilo de las narraciones que gustaban a los africanos con los que trató. Incluso llega a parecer una recopilación de relatos más que una novela. Out of Africa, son extractos de recuerdos, impresiones y experiencias procedentes de África, de ese país que conoció a principios del siglo XX. 

Nada hay de la historia de amor de la película. Se pudiera intuir, sobre todo habiendo visto el largometraje, pero no hay nada explícito más allá de una gran amistad. Sí, si leemos entre líneas, podemos intuir algo cuando Denys Finch Hatton y ella miran al cielo nocturno y ella menciona a Venus y Júpiter; o un poco más adelante a San Francisco y Santa Clara. O el detalla de la escopeta, en la parte final.

No hay muchas emociones en la narración, pero es como lo quiso contar Isak Dinesen. Sin embargo, se puede leer entre líneas y sí hay emociones. Las descripciones también son breves, pero precisas, que nos sumergen con eficacia en el ambiente, transportándonos a su granja de café en las colinas de Ngong, presentándonos a los kikuyus y a la importancia de los pequeños detalles.

Su situación era privilegiada, pero aún así su humanidad le granjeó el respeto de los locales, pues cuidaba de ellos en todos los sentidos, haciendo de señora, doctora o enfermera. Fue amiga tanto de kikuyus como de somalíes y masais, desde los cocineros a los jefes de las tribus. Todo el mundo era acogido en su granja. Salía a cazar, escribía, recibía en sociedad...

Era su hogar.

El cadáver fugitivo, de Ellery Queen


Tenía ganas de leer algo de Ellery Queen. ¿Del autor? ¿Del personaje? ¿De la revista de suspense? De Frederic Danny y Manfred Lee, los autores detrás del ínclito nombre.

Me lo he calzado en una tarde, ágil y ligero como es. Eficaz, añadiría. No se entretiene en cuestiones metafísicas, documentación exhaustiva ni profundas reflexiones. Las descripciones son las imprescindibles y la acción no cesa.

Un empresario obsesionado con el culto al cuerpo aparece asesinado justo cuando le habían diagnosticado un cáncer. Los sospechosos tienen todos motivos para haberle matado. Es decir, un móvil. La hija huida, el no yerno, el abogado despedido, la viuda angustiada... Ellery Queen, con un estilo heterodoxo y un cierto tono de humor y cinismo, investiga para escribir su próximo libro. Igual que una de las sospechosas, Nikki Porter (que, a pesar de ser morena, representa la imagen de la rubia atractiva y tonta) que también aspira a escribirla. Mientras, el cadáver desaparece un par de veces.

El autor juega con el lector con indicios de lo que no es, pruebas contradictorias, personajes bien descritos y un estilo algo naïve, sin pretensiones. En resumen, entretenido y eficaz en su misión de atrapar al lector durante un rato.

Little black book for stunning success, de Robin Sharma


No sólo de ficción se alimenta mi espíritu. Lo que contiene este libro no son novedades, si ya hemos leído o escuchado a su autor antes, pero me viene bien repasar y tener todas esas ideas en un mismo libro. 

Los secretos de los piratas. Los canallas del Caribe, de William Teach


Un libro muy visual y didáctico. Centrado en Barbanegra, sobre todo, pero también nos ilustra sobre Jack Rackham, Stede Bonnet, Bartholomew Roberts, el corsario ascendido a gobernador Woodes Rogers, Edward Low o Israel Hands. Goletas, bergantines y balandros, los barcos tienen su papel, como el Queen Anne's Revenge. El paseo por la tabla, la sudadero, el ovillo, pasar por la quilla...

El cine nos ha intoxicado con una imagen romántica de los piratas, que este libro desmonta sin piedad, retratando a unos rufianes sanguinarios y crueles, a sus técnicas de tortura, su vida diaria y sus fechorías.

Hay libros más doctos, pero éste constituye una aproximación atractiva y ligera. 


jueves, 16 de julio de 2015

Hombres buenos, de Arturo Pérez-Reverte


Casi me he reconciliado con el novelista. He apreciado mayor calidad en su escritura y, aunque en muchas páginas aburre con su demostración de todo lo que ha investigado y sabe, además de con  pesadas descripciones y reiteraciones, la historia está entretenida y es original.

Desde el mismo planteamiento, en que mezcla la ficción y una pseudo-ficción, es original. Alterna capítulos en que narra las peripecias de dos académicos de la Real Academia Española de la Lengua  (descritos un poco como Quijote y Sancho) en busca de la Enciclopedia de Diderot y D'Alembert a finales del s. XVIII con una descripción de sus pesquisas para documentarse y construir la novela (descripción igual de ficticia, afirma en alguna entrevista. Al menos de parte de ella. Será verdad o no).

Los dos académicos aceptan el encargo de sus compañeros y se dirigen a París a por los veintisiete volúmenes, ignorantes de que dos de esos compañeros han contratado a un bribón para impedir el éxito de la misión. Atraviesan en coche de caballos España y Francia y conocen a varios personajes de la Historia de la Revolución Francesa. 

Los personajes son los típicos de Reverte, el malo con principios, el marino cartesiano y valiente (el mismo que aparece en otras novelas suyas), la mujer sabia, etc.

No he podido evitar reconocer personajes de la actualidad en el libro. Rajoy, Podemos... Los compañeros que intentan boicotear la misión, dos radicales (uno progresista y otro conservador, pero con un mismo fin), igual que políticos de hoy que les unen los extremos con tal de dañar al país. 

También el paralelismo del teatro de entonces y la televisión de ahora, vulgarizada y mediocre.

También retrata los males de España, condena atávica que me hace pensar que no tenemos remedio ni lo tendremos jamás, pese a haber grandes hombres y ser una tierra maravillosa. La envidia, la incultura, el cainismo y los gobernantes nos lo impedirán. Somos autodestructivos, como las enfermedades autoinmunes. Francia se higienizó con la guillotina, otros países con la Reforma, aquí evolucionamos a paso de caracol. Todo son zancadillas a los "hombres buenos", no dejamos crecer al prójimo.

Me ha gustado la novela, no como las primeras suyas, pero casi como la del Tango de la Guardia Vieja.

Algunas citas:

"para hacer a los pueblos felices era preciso ilustrarlos..."

"Acabó faltando lo que hubo en Francia: una revolución que trastocara el viejo orden..."

"críticos con la barbarie del vulgo mentecato: del público mal acostumbrado a los disparates que  inundan los teatros con sainetes zafios de verduleras y mano"

"Los españoles seguimos siendo los primero enemigos de nosotros mismos. Empeñados en apagar la luces allí donde las vemos brillar"

"lo poco de dentro lo convertimos en arma arrojadiza, de discordia: tal autor es extremeño, aquél es andaluz, éste valenciano... Nos falta mucho para ser nación civilizada con espíritu de unidad, como las otras que con justo motivo nos hacen sombra..."

"Sólo un Estado organizado y fuerte, protector de sus artistas, pensadores y científicos, es capaz de proveer el progreso material y moral de una nación... Y ése no es nuestro caso"

"El teatro es una herramienta educativa de primer orden"... o podría serlo la TV.

"No son los tiranos los que hacen esclavos. Son los esclavos los que hacen a los tiranos"

"Todo lo vivido aprovecha, de una u otra forma. Excepto para los fanáticos y los imbéciles"

Esta última cita es como mi leitmotiv: <Una experiencia más>

Los 88 peldaños del éxito, de Anxo Pérez


En el prólogo, Pablo Motos nos pregunta si nos apetecen ideas nuevas. Bueno, pues nuevas no son. Muchos de los peldaños de Anxo no son de creación suya pues ya los conocía. Salvo que los líderes del coaching mundial como Napoleon Hill, Robin Sharma, Tony Robbins, Brian Tracy, Bob Proctor y demás le hayan tomado prestadas las ideas. Pero no voy a criticar esto, pues las ideas siguen siendo buenas y útiles, y él nunca afirma que sean cosecha propia.

Anxo las presenta de manera amable, simpática, a menudo con ejemplos (sobre todo de su empresa 8Belts). Aquel que aplique los peldaños no digo que vaya a llegar donde ha llegado él, pero sin duda llegará mucho más lejos en la vida de lo que llegaría sin hacerlo. Y entiendo por éxito no sólo el profesional o económico, sino otro más subjetivo y más ligado a nuestra felicidad particular.

Así que recomiendo este libro por dar acceso a unas claves muy buenas y eficaces para mejorar nuestras vidas.

domingo, 14 de junio de 2015

El hombre del baobab, de David Cantero


A punto he estado de ni siquiera realizar esta reseña. 

De lo peor que (no) he leído en mucho tiempo. Me propuse leerla por continuar con lecturas ambientadas en África, pero de este continente hay poco y la historia es tediosa hasta el hartazgo, deprimente, sin consistencia. Otro ejemplo más de un libro publicado, puede que escrito, por un famosillo. Que le aprovechen los derechos de autor de mi compra, que a mí se me atragantan.

Luis Vaissé quiere suicidarse y, antes, se lleva a su padre enfermo terminal a un viaje a África para, al parecer, descubrir algo en su interior... en fin, nada.

A Luis da ganas de darle una colleja de vez en cuando, con sus tópicos y su tono lastimero. Da la sensación de que se merece lo que le ha pasado en la vida. Su padre puede ser un enfermo terminal de cáncer, lo que no significa senil, aunque así lo retrata.

El autor mezcla un lenguaje pedante con otro zafio y soez, en ocasiones en la misma frase, combinando tálamo con polla. Introduce citas y versos de autores para dar algo de fuste a las páginas, para vestir de cultura algo que adolece de calidad y sin venir a cuento. El protagonista se refiere a su madre como "hembra", algo de lo más inverosímil, como todo el tono de la novela. David Cantero cuenta, pero no muestra. Cambia el ritmo, ya de por sí inexistente, con tonos que da la impresión de haberse escrito la novela a trompicones, en días sueltos, en distintos años. Adolece de falta de homogeneidad.

Incluso me ha parecido detectar alguna contradicción en lo que cuenta, pero no tengo ganas de rebuscar para localizarlas.

Un ejemplo de incoherencia es cuando alquila a un taxista en el hotel y le paga extra para que sea un chófer exclusivo para todo el día. Se dirigen a Brazza y reserva habitación para tres días. ¿Y el taxista? Allí va a la casa del padre de su "mujer" africana, a la que abandonó de repente con un hijo, y éste le recibe con abrazos como a un hijo pródigo. Lo normal, así reciben los "suegros" a los que abandonan a sus hijas. Al menos en África.

No llega a ser ni literatura hamburguesa.

A quien lo quiera se lo regalo.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Ébano, de Ryszard Kapuściński


Pensé que me iba a resultar más seco, demasiado telegráfico, pero no. Me ha resultado ameno e interesante. De lectura fluida.

No en vano, a pesar de ser una crónica periodística de uno de los más prestigiosos reporteros del siglo XX, tiene elementos de ficción que la hacen más dinámica. De hecho, al parecer, hay más ficción de la que confiesa el autor. Por ejemplo, en sólo medio libro se ha librado de una muerte inminente en más de ocho ocasiones. La mordedura de una cobra, caer por un precipicio en Lalibela, morir de sed en el Sahara, un misil que impacta su vehículo, etc. Quizá sea una forma de parábola, para que el lector perciba el peligro de ese continente.

Porque eso es lo único que se puede decir de África, que es un continente. Dentro de él, de su inmensa vastedad geográfica, cultural, biológica... Poco pueden tener en común Ghana con Eritrea, Somalia con Mauritania, Tanzania con Sudán... algo puede haber, pero las delimitaciones políticas trazadas con cartabón y escuadra de los países europeos (Bélgica, Francia, Portugal, Alemania, Inglaterra...) para repartirse los territorios poco tienen que ver con las tribus encasilladas por ellas.

Como dice el autor, la mayor parte de los blancos han muerto a manos de blancos y los negros a manos de negros. El racismo entre las tribus es enorme. Y son también ellos el mayor obstáculo a su crecimiento como sociedad. Pero hay que conocerles para entenderles. ¿Quién dice que el progreso occidental sea lo mejor?

La exagerada y tergiversada leyenda negra de España en su conquista de Iberoamérica palidece cuando hablamos de la esclavitud que han perpetrado muchos siglos más tarde Portugal, Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda y los árabes, hasta bien entrado el siglo XX en algún caso.

Me ha gustado muchísimo este libro.


lunes, 6 de abril de 2015

Agatha escribía con sangre, de Mariano F. Urresti


Mariano vuelve a presentarnos una novela en la que otro escritor inspira sus páginas. Lo hizo con Conan Doyle y su eterno Sherlock Holmes, Julio Verne y, ahora, Agatha Christie. Consigue así, para los que somos grandes lectores, motivarnos a retomar la lectura de esos autores, a recuperar el espíritu de lo que nos enganchó en su día: buenas historias, aventuras...

En esta novela he tenido la impresión de estar leyendo una de Agatha Christie. Incluso la disposición de los personajes, las pistas y el despiste... Pero actualizada con escenarios cercanos y reconocibles. Alternaba los capítulos en el presente con los del pasado (y los números en romanos o árabes, según el caso). Venenos, apuñalamientos, celos, venganza, muchos sospechosos o con motivos para matar...

Un homenaje del autor a la reina de las novelas de crímenes. 

sábado, 4 de abril de 2015

El enigma del convento, de Jorge Eduardo Benavides


Con esta novela ganó el premio Torrente Ballester en 2013, aunque a mí los premios no me garantizan nada. Antes al contrario. En este caso, como conozco al autor, las referencias me sobraban.

Alterna dos escenarios, capítulo sí, capítulo no, durante casi el setenta por ciento de la novela (después confluyen y avanza la historia como un torrente hacia el desenlace): El convento de Santa Catalina en Arequipa y el Madrid de un Fernando VII recién "recuperado". Deja cada capítulo con la intriga abierta de manera que tira del lector para seguir avanzando en la historia. Aunque al principio me parecía casi pueril la técnica, se demostró efectiva porque me enganchó. Por no hablar de su riqueza léxica y dominio de la narración, de los tiempos, de las descripciones, de las emociones y las reflexiones... Da gusto leer libros tan bien escritos.

Manuel Goyeneche, ministro plenipotenciario de Fernando VII en el Perú, ha llegado a Madrid después de sofocar las revueltas independentistas en su tierra natal. Sin embargo, un secreto familiar amenaza con arruinar su herencia y manda a una sobrina a recuperar unos documentos vitales escondidos y custodiados en el Convento de Santa Catalina. Un convento que es una ciudad en miniatura, no sólo viven las religiosas, y donde no reina tanta serenidad como cabría esperar. Crímenes, conspiraciones, viajes, traiciones, amor, silogismos aristotélicos, jugadas de ajedrez, revueltas políticas, lances de espada... ¡Hay de todo en esta novela!

Opiniones de un payaso, de Heinrich Böll



No es que haya leído menos, o más lento, que también, pero es que sólo cuelgo en el blog algunas de las lecturas. ¿Por qué? Lo mismo que respondería ¿para qué? No lo sé. Por forzarme a resumir algunos de los libros que leo, sabiendo que salvo uno o dos seguidores a los que agradezco su inexplicable fidelidad, nadie está pendiente de mi lista de lecturas.

Con esta novela de Böll me he encontrado uno de esas historias que no son agradables, pero que marcan. Creo que sin gustarme ha dejado huella (el tiempo lo dirá).

Heinrich Böll es un autor comprometido, o de literatura comprometida, como constata su bibliografía. Y escribía bien, no lo dudo. Tanto que el protagonista suscita pasiones encontradas en sus lectoras (y lectores), ha creado un personaje y unas historias creíbles. Tema aparte es que quizá las encuentre, hoy, algo decrépitas, oscurecidas por la pátina del tiempo, pasadas de moda. Mantienen el vigor del valor que supuso en su día escribir esa novela, aunque hoy no llegue ya a los lectores del siglo XXI.

Hans Schnier es un payaso de veintisiete años (que parece tener cincuenta) al que le ha abandonado su mujer, Marie. Él culpa al entorno católico de ella, que describe como sectario. Hans ni cree ni duda, simplemente es ateo. Cuando ella quiere que se casen por la iglesia él acepta (aunque a Hans casarse por el juzgado le gusta todavía menos), pero a ella no le basta, quiere que acepte convencido, deseándolo. Sin embargo, él no puede fingir algo que no cree.

Es la posguerra de la Segunda Guerra Mundial. Desde su apartamento de Bonn se dedica a llamar a distintos personajes, conversaciones que rozan el surrealismo en ocasiones. Se emborracha. Es el estereotipo del payaso triste, pero que en lugar de pena produce desprecio. En su soberbia no ve como va cayendo poco a poco en la miseria que le llevará debajo del puente. Pierde trabajos, vive al día, no hace gracia.

Critica al nazismo, al catolicismo, a los partidos políticos (sobre todo el CDU)... pone en evidencia la hipocresía de los pronazis que parecen haber desaparecido después del final de la guerra. Como si nadie hubiera apoyado a Hitler en su día. Aunque, es curioso, esos que estaban convencidos en la supremacía de su raza ahora ocupan puestos relevantes en las empresas y estamentos de la nueva sociedad germana.

Me recuerda Hans Schnier un poco a Meursault, el extranjero de Camus. La sociedad no acepta que no forme parte de ella. La sociedad necesita etiquetarte: ateo o creyente (da igual la fe), con una ideología política, cumplidor de la ley o mercenario. Lo que no tolera es al individuo que se sale de los cánones, como Meursault y como Schnier. Sin embargo, El extranjero es un novelón que releo de vez en cuando y Opiniones ha caducado en la forma.

domingo, 29 de marzo de 2015

Calm, de Lonely Planet


Otro elogio a la lentitud. A través de decenas de ejemplos de todo el mundo, de todas las culturas, se nos anima a hacer las cosas con más calma, a buscar la esencia de la felicidad interior en esos detalles personales, de compartir con los demás, de tomarnos nuestro tiempo, sea tomando un té, un café, dando un paseo, abriendo nuestro corazón, echando una siesta... eché de menos alguna tradición española más, como el ir de tapas con los amigos, la playa, las sobremesas que se alargan hasta la cena...
Está bien que se nos recuerde de vez en cuando lo que nos reporta más felicidad y paz interior.

lunes, 26 de enero de 2015

La verdad y otras mentiras, de Sascha Arango


Un libro de esos a los que llego atraído por el título y la portada. No sé nada más, ni siquiera quién es el autor. Es un riesgo que corro a menudo y, en general, me pego un trompazo. Pero cuando descubro un nuevo autor o una novela que me engancha el placer es inefable, como descubrir una playa ignota en una cala escondida, o una ruina olvidada en un bosque o un rincón de la montaña con vistas infinitas.

Henry Hayden es un escritor de éxito, casado y con una amante. Tras diez años de matrimonio no consigue tener un hijo, justo lo contrario que con su amante, su editora, y quien se ha quedado embarazada sin que esto entrara en los planes de ambos. Así que Henry decide acabar con las mentiras y contárselo todo a su mujer. Solo que no sucede exactamente así... De hecho, no sucede. Más aún, nada en la novela parece verdad, pero ¿qué es la verdad?

Me ha gustado mucho, incluso me ha picado. Hace tiempo que no tenía un libro entre manos de esos que hacen que busque tiempo para volver a hincarles el diente. Aunque no es una novela cómica no he podido evitar percibir una pátina de leve sonrisa, una nube divertida que sobrevolaba la historia sin que en ningún momento descargase su lluvia de humor.

Novela negra, misterio, parodia... es de esas novelas que no encajan en ningún cliché. De nuevo la editorial Seix Barral me ofrece un libro que me satisface. Desde hace unos años tengo en cuenta la línea editorial para aproximarme a obras desconocidas, como una garantía del gusto. Incluso he tomado nota de algunas frases.

"Luchar por la propia existencia resulta muy interesante, la estrechez es justamente lo que hace que las cosas cobren valor y, cuando el dinero sobra, estas pierden todo su sentido".

"La literatura o me interesa. Yo solo quiero escribir". Que no es mi caso...

"La guerra contra la maldad intrínseca al ser humano resulta estéril".

"No existe silencio comparable al de la ausencia del otro".

"Los mentirosos saben que, para que resulte convincente, cada mentira debe contener una dosis de verdad".

"Con el tiempo cada mentira se convierte en una granada que no ha detonado y, por tanto, en un peligro".

"El mundo está lleno de peligros para quien sólo espera maldades".

"Estaba convencido de que la lástima sólo sirve para retrasar la recuperación". De una enfermedad, se refería.

"Reír es reconciliarse, la risa une y espanta la mala sangre".


Final de juego, de Julio Cortázar.


Una vez más vuelvo al bueno de Julio y sus grandes relatos. No siempre me apetece leerle, pero su obra me reconcilia con la literatura. Es uno de mis autores favoritos.

Es difícil comentar un libro de relatos, salvo con el resumen o comentario de cada uno de ellos. No obstante, creo que no es mi intención hacer este tipo de sinopsis en el blog. Sólo pretendo constatar si me ha gustado el libro y por qué, si lo recomiendo, y dar alguna razón para ello. Además, en el relato se puede caer en el error de hacer un spoiler y destrozar la sorpresa. [Eso en el supuesto de que me lea alguien, que salvo por un par de amiguetes y mi madre no hay peligro].

Esta recopilación comparte, en la mayoría de los relatos encontramos un componente fantástico. Algo que me encanta en el género.

Algún relato me deja confuso, no todos me gustan, pero mis favoritos son "Continuidad de los parques", "Las Ménades", "Torito", "Axolotl", "La noche boca arriba" y la que da título al libro, "Final del juego".

Bikini, de James Patterson


Mi primera lectura de este autor, que busqué para saber por qué vende tanto. (Por qué publica tanto ya lo sé: su ejército de negros, a los que a veces menciona en las portadas, como a Maxine Paetro).

Pues no necesito más. Un ejemplo de literatura hamburguesa. No de la hamburguesa artesana, con materiales de primera, hecha con cariño, sino la de cadena de comida rápida.

Ni siquiera me ha gustado. En parte por el argumento, en parte por el estilo. Me recordaba a las películas de sobremesa de Tele 5 o Antena 3. Superficiales, dramáticas o sórdidas.

Una modelo de bikinis, Kim McDaniels, es secuestrada y no se ha pedido rescate. Un ex policía metido a escritor tienen que escribir un libro sobre la vida de su ejecutor, Henri Benoit, que le concede entrevistas y le cuenta todo. Una red internacional de poderosos y millonarios Mirones de "snuff movies" contrata a gente como Henri para producir ese material sórdido. Al final, cae la Alianza (Mirones) o eso parece, porque la cabeza cortada de Henri llega a parpadear después de separada del torso.

¿Que he hecho un spoiler? No se pierde nada. Al que le guste el género lo leerá a pesar de todo.

Antes de poderse hacer uno a la idea, poner al lector en situación del drama, ya la ha liquidado. No dio tiempo ni de empalizar con la víctima. Todo sucede muy rápido, sin descripciones ni reflexiones, con un lenguaje elemental.

No sé si me gustaría dedicarme a la literatura para escribir eso. Sólo la tentación de ganar tanto dinero como Patterson me haría dudar y no por el dinero en sí, sino por la independencia económica que me daría para dedicarme a escribir lo que de verdad me gusta.

domingo, 18 de enero de 2015

La chica de los ojos del color de mi piscina, de Jorge Salinas


Un libro por el que me decanté gracias al título y, algo menos, por la portada. No me importa que me haya defraudado. 

Lo de recomendar un libro es algo subjetivo, porque habría que pensar en los gustos de aquel al que se va a recomendar y puede que esta novela te guste. No es que esté mal escrita, pero en ningún momento me enganchó, no me importaba lo que les sucedía a los personajes. El final es abrupto, rápido, como si quisiera dejar la historia abierta, inacabada, preparada para una continuación...

Ambientada en el Madrid de hoy, trata de un coach, Jaime Solva, y los ejecutivos que tiene como clientes (coachees). Juanma es un informático que trabaja para Telecomunica que accede a un archivo secreto de la empresa donde se reflejan pagos elevados a sus directivos (por establecimientos de llamada y cortes de comunicación falsos, desvíos y demás servicios no solicitados que sufrimos los usuarios). Nadia es su novia, ejecutiva de L'Oreal, coachee de Jaime, igual que Carlos, directivo de Telecomunica y que ha pedido dinero a unos matones para pagar las hipotecas en las que se metió durante los años del boom inmobiliario.

Los ingredientes de la novela me gustaban, pero el autor no conseguía meterme en la trama. Me gusta el tema del coaching, pero a menudo tenía la sensación de estar leyendo un manual en lugar de una novela. Tampoco me resultaban realistas muchos diálogos y situaciones de los personajes, no me resultaban reacciones naturales.

jueves, 15 de enero de 2015

Suave es la noche, de Francis Scott Fitzgerald

De nuevo un clásico. No he podido evitar sentir reminiscencias de "El gran Gatsby" en la ambientación y el tema. El inicio es algo confuso, porque menciona a muchos personajes sin detallar mucho su descripción ni características. De hecho, incluso la redacción me ha parecido en algunos momentos la de un guión, con práctica ausencia de descripciones, muchas elipsis y ritmo ágil. La segunda mitad es algo más fluida, pero siempre con elipsis desconcertantes. La parte positiva es que deja margen a la imaginación del lector el relleno de los detalles. El inconveniente, si rellenamos con detalles que luego se contradicen por lo que cuenta el narrador o no tenemos el conocimiento suficiente del ambiente glamuroso de los años 20 o de las costumbres de determinada clase social...

Fitzgerald narra la historia de los Diver, Dick y Nicole, un matrimonio elegante, con glamour, rico y ocioso en la Riviera francesa y París en los años de la Belle Époque, los felices años 20 del siglo pasado. Están rodeados de amigos que parecen depender de ellos para divertirse. Los Diver son la luz alrededor de la cual revolotean polillas diversas. Dick es un psicoanalista y Nicole una ex paciente y la que trajo la fortuna al matrimonio.

Una vida vacua, repleta de hastío y donde el tedio lleva a buscar la diversión en las sombras de la normalidad. No me dan pena los personajes, tienen la vida que desean, pero tampoco me dan envidia.

Nicole quizá se enamoró de su médico, atractivo y prestigioso. Dick se enamoró de la que le adoraba y se comprometió a curarla (el padre de ella fue el causante de su enfermedad..., pero no voy a contar por qué). Pero detrás estuvo siempre la sombra de Baby Warren, la hermana de Nicole, que no quería cargar con ella enferma. Baby refleja cómo los ricos toleran, pero no aceptan nunca a los que no son como ellos.

Me resultó curioso cómo hace un siglo la homosexualidad era tratada como una enfermedad, la psiquiatría estaba en auge y la Riviera todavía empezaba a constituir un lugar de moda.

Está muy bien contado el declive personal y profesional de Dick por culpa del alcoholismo, en el que cayó por sentirse infeliz, por llevar una vida que no le llenaba, por no ser el protagonista de su propia vida. Autodestrucción.

Para mí, parte del atractivo de la novela es ver reflejados al propio autor, F. S. Fitzgerald, y a su mujer Zelda en los protagonistas de la novela. Ella misma lo reconoció en su día.

Hay varias citas que me han resultado simpáticas, hay más, pero destaco algunas:

"No se puede hacer nada por nadie". Una verdad que daría mucho que hablar.

"Estoy harto de tener amigos. Lo único que vale la pena es estar rodeado de aduladores".

"El problema es que cuando no has bebido no tienes ganas de ver a nadie y cuando has bebido nadie tiene ganas de verte".

"Era una especie de regla entre ellos que nunca debían estar demasiado cansados para dejar de hacer algo; les parecía que de esa manera el día transcurría mejor en general".

"Se puede llevar una camisa que esté un poco sucia, pero una camisa arrugada jamás".

Respecto a un congreso de psiquiatría: "Al principio el congreso tendría un cierto aire norteamericano, casi <rotario> en su ceremonial y procedimientos".

En un vuelo en el que el avión bordeaba las montañas de Voralberg :-) habla de la perspectiva: "Qué sencillo resultaba todo observando la tierra a esa distancia". "Así es como veían las cosas los hombres de estado, los generales y todos los jubilados".

"El estar solo física y espiritualmente engendra soledad y la soledad engendra más soledad"

"Si uno no aprende en su propia casa a comportarse como es debido lo tiene que aprender luego en la vida a base de latigazos y es demasiado doloroso".

Y una de las mejores:

"Si te niegas a pensar, otros tienen que pensar por ti y les cedes el poder".

sábado, 3 de enero de 2015

Amistad de juventud, de Alice Munro

El género del relato es uno de los que creo que no se lee mucho en este país donde no se lee mucho de casi nada. A mí me encanta leer los cuentos de Borges, de Cortázar, de Poe, de Kafka, de Monterroso, de Benedetti, de Iwasaki, de Maupassant o de Carver. Por eso, de vez en cuando, acudo a historias breves (que se puedan leer de un tirón, como decía Allan Poe), por su mayor precisión lingüística, por su redondez, por su intensidad.

Ya he mencionado alguna vez que los premios grandes, por ampulosidad o por el montante económico, no me inspiran confianza y que una escritora gane el Nobel no me garantiza su calidad literaria. Alguno me achacará resentimiento porque Miguel Delibes no tuviera el Nobel y sí Cela o Echegaray, pero no. Carezco de malos sentimientos porque no me puedo permitir el lujo de perder el tiempo y la salud con emociones negativas. Es que he leído obras de autores premiados que me parecen premiosos, por no entrar en mayores detalles.

Sé que voy contra corriente en la opinión que voy a plasmar, pero es lo que siento. Ya sabes que no soy políticamente correcto.

El primer relato, Amistad de juventud, es un rollo. No cumple las características o normas de lo que tiene que ser un cuento. El final del relato parece un recorte de la wikipedia, hay párrafos enteros prescindibles para la historia, no hay un cambio en el desenlace con respecto al planteamiento... En fin, para la papelera.

El segundo, Five Points, otro tostón plano. Una infidelidad, historias entrelazadas, sin tensión ni ritmo. Es confuso.

El tercero, Meneseteung, trataba de una poetisa o alguien. No consiguió mantener mi atención.

Cuarto, Agárrame fuerte, no me sueltes, (soy masoquista, ya lo ves, sigo leyendo)...

La mitad última de los relatos es todavía más floja.

No te resumo más relatos. En todos la mujer aparece como infeliz, frustrada. En casi todos hay un hombre, bien de forma latente bien presente, aunque sea con carácter de secundario, en la historia. Además, es el culpable de la insatisfacción de la mujer. No critico esto, que es libre el autor y el narrador de tomar el punto de vista y la opinión que prefiera, sólo constato un leitmotiv entre los distintos relatos.