lunes, 26 de enero de 2015

La verdad y otras mentiras, de Sascha Arango


Un libro de esos a los que llego atraído por el título y la portada. No sé nada más, ni siquiera quién es el autor. Es un riesgo que corro a menudo y, en general, me pego un trompazo. Pero cuando descubro un nuevo autor o una novela que me engancha el placer es inefable, como descubrir una playa ignota en una cala escondida, o una ruina olvidada en un bosque o un rincón de la montaña con vistas infinitas.

Henry Hayden es un escritor de éxito, casado y con una amante. Tras diez años de matrimonio no consigue tener un hijo, justo lo contrario que con su amante, su editora, y quien se ha quedado embarazada sin que esto entrara en los planes de ambos. Así que Henry decide acabar con las mentiras y contárselo todo a su mujer. Solo que no sucede exactamente así... De hecho, no sucede. Más aún, nada en la novela parece verdad, pero ¿qué es la verdad?

Me ha gustado mucho, incluso me ha picado. Hace tiempo que no tenía un libro entre manos de esos que hacen que busque tiempo para volver a hincarles el diente. Aunque no es una novela cómica no he podido evitar percibir una pátina de leve sonrisa, una nube divertida que sobrevolaba la historia sin que en ningún momento descargase su lluvia de humor.

Novela negra, misterio, parodia... es de esas novelas que no encajan en ningún cliché. De nuevo la editorial Seix Barral me ofrece un libro que me satisface. Desde hace unos años tengo en cuenta la línea editorial para aproximarme a obras desconocidas, como una garantía del gusto. Incluso he tomado nota de algunas frases.

"Luchar por la propia existencia resulta muy interesante, la estrechez es justamente lo que hace que las cosas cobren valor y, cuando el dinero sobra, estas pierden todo su sentido".

"La literatura o me interesa. Yo solo quiero escribir". Que no es mi caso...

"La guerra contra la maldad intrínseca al ser humano resulta estéril".

"No existe silencio comparable al de la ausencia del otro".

"Los mentirosos saben que, para que resulte convincente, cada mentira debe contener una dosis de verdad".

"Con el tiempo cada mentira se convierte en una granada que no ha detonado y, por tanto, en un peligro".

"El mundo está lleno de peligros para quien sólo espera maldades".

"Estaba convencido de que la lástima sólo sirve para retrasar la recuperación". De una enfermedad, se refería.

"Reír es reconciliarse, la risa une y espanta la mala sangre".


Final de juego, de Julio Cortázar.


Una vez más vuelvo al bueno de Julio y sus grandes relatos. No siempre me apetece leerle, pero su obra me reconcilia con la literatura. Es uno de mis autores favoritos.

Es difícil comentar un libro de relatos, salvo con el resumen o comentario de cada uno de ellos. No obstante, creo que no es mi intención hacer este tipo de sinopsis en el blog. Sólo pretendo constatar si me ha gustado el libro y por qué, si lo recomiendo, y dar alguna razón para ello. Además, en el relato se puede caer en el error de hacer un spoiler y destrozar la sorpresa. [Eso en el supuesto de que me lea alguien, que salvo por un par de amiguetes y mi madre no hay peligro].

Esta recopilación comparte, en la mayoría de los relatos encontramos un componente fantástico. Algo que me encanta en el género.

Algún relato me deja confuso, no todos me gustan, pero mis favoritos son "Continuidad de los parques", "Las Ménades", "Torito", "Axolotl", "La noche boca arriba" y la que da título al libro, "Final del juego".

Bikini, de James Patterson


Mi primera lectura de este autor, que busqué para saber por qué vende tanto. (Por qué publica tanto ya lo sé: su ejército de negros, a los que a veces menciona en las portadas, como a Maxine Paetro).

Pues no necesito más. Un ejemplo de literatura hamburguesa. No de la hamburguesa artesana, con materiales de primera, hecha con cariño, sino la de cadena de comida rápida.

Ni siquiera me ha gustado. En parte por el argumento, en parte por el estilo. Me recordaba a las películas de sobremesa de Tele 5 o Antena 3. Superficiales, dramáticas o sórdidas.

Una modelo de bikinis, Kim McDaniels, es secuestrada y no se ha pedido rescate. Un ex policía metido a escritor tienen que escribir un libro sobre la vida de su ejecutor, Henri Benoit, que le concede entrevistas y le cuenta todo. Una red internacional de poderosos y millonarios Mirones de "snuff movies" contrata a gente como Henri para producir ese material sórdido. Al final, cae la Alianza (Mirones) o eso parece, porque la cabeza cortada de Henri llega a parpadear después de separada del torso.

¿Que he hecho un spoiler? No se pierde nada. Al que le guste el género lo leerá a pesar de todo.

Antes de poderse hacer uno a la idea, poner al lector en situación del drama, ya la ha liquidado. No dio tiempo ni de empalizar con la víctima. Todo sucede muy rápido, sin descripciones ni reflexiones, con un lenguaje elemental.

No sé si me gustaría dedicarme a la literatura para escribir eso. Sólo la tentación de ganar tanto dinero como Patterson me haría dudar y no por el dinero en sí, sino por la independencia económica que me daría para dedicarme a escribir lo que de verdad me gusta.

domingo, 18 de enero de 2015

La chica de los ojos del color de mi piscina, de Jorge Salinas


Un libro por el que me decanté gracias al título y, algo menos, por la portada. No me importa que me haya defraudado. 

Lo de recomendar un libro es algo subjetivo, porque habría que pensar en los gustos de aquel al que se va a recomendar y puede que esta novela te guste. No es que esté mal escrita, pero en ningún momento me enganchó, no me importaba lo que les sucedía a los personajes. El final es abrupto, rápido, como si quisiera dejar la historia abierta, inacabada, preparada para una continuación...

Ambientada en el Madrid de hoy, trata de un coach, Jaime Solva, y los ejecutivos que tiene como clientes (coachees). Juanma es un informático que trabaja para Telecomunica que accede a un archivo secreto de la empresa donde se reflejan pagos elevados a sus directivos (por establecimientos de llamada y cortes de comunicación falsos, desvíos y demás servicios no solicitados que sufrimos los usuarios). Nadia es su novia, ejecutiva de L'Oreal, coachee de Jaime, igual que Carlos, directivo de Telecomunica y que ha pedido dinero a unos matones para pagar las hipotecas en las que se metió durante los años del boom inmobiliario.

Los ingredientes de la novela me gustaban, pero el autor no conseguía meterme en la trama. Me gusta el tema del coaching, pero a menudo tenía la sensación de estar leyendo un manual en lugar de una novela. Tampoco me resultaban realistas muchos diálogos y situaciones de los personajes, no me resultaban reacciones naturales.

jueves, 15 de enero de 2015

Suave es la noche, de Francis Scott Fitzgerald

De nuevo un clásico. No he podido evitar sentir reminiscencias de "El gran Gatsby" en la ambientación y el tema. El inicio es algo confuso, porque menciona a muchos personajes sin detallar mucho su descripción ni características. De hecho, incluso la redacción me ha parecido en algunos momentos la de un guión, con práctica ausencia de descripciones, muchas elipsis y ritmo ágil. La segunda mitad es algo más fluida, pero siempre con elipsis desconcertantes. La parte positiva es que deja margen a la imaginación del lector el relleno de los detalles. El inconveniente, si rellenamos con detalles que luego se contradicen por lo que cuenta el narrador o no tenemos el conocimiento suficiente del ambiente glamuroso de los años 20 o de las costumbres de determinada clase social...

Fitzgerald narra la historia de los Diver, Dick y Nicole, un matrimonio elegante, con glamour, rico y ocioso en la Riviera francesa y París en los años de la Belle Époque, los felices años 20 del siglo pasado. Están rodeados de amigos que parecen depender de ellos para divertirse. Los Diver son la luz alrededor de la cual revolotean polillas diversas. Dick es un psicoanalista y Nicole una ex paciente y la que trajo la fortuna al matrimonio.

Una vida vacua, repleta de hastío y donde el tedio lleva a buscar la diversión en las sombras de la normalidad. No me dan pena los personajes, tienen la vida que desean, pero tampoco me dan envidia.

Nicole quizá se enamoró de su médico, atractivo y prestigioso. Dick se enamoró de la que le adoraba y se comprometió a curarla (el padre de ella fue el causante de su enfermedad..., pero no voy a contar por qué). Pero detrás estuvo siempre la sombra de Baby Warren, la hermana de Nicole, que no quería cargar con ella enferma. Baby refleja cómo los ricos toleran, pero no aceptan nunca a los que no son como ellos.

Me resultó curioso cómo hace un siglo la homosexualidad era tratada como una enfermedad, la psiquiatría estaba en auge y la Riviera todavía empezaba a constituir un lugar de moda.

Está muy bien contado el declive personal y profesional de Dick por culpa del alcoholismo, en el que cayó por sentirse infeliz, por llevar una vida que no le llenaba, por no ser el protagonista de su propia vida. Autodestrucción.

Para mí, parte del atractivo de la novela es ver reflejados al propio autor, F. S. Fitzgerald, y a su mujer Zelda en los protagonistas de la novela. Ella misma lo reconoció en su día.

Hay varias citas que me han resultado simpáticas, hay más, pero destaco algunas:

"No se puede hacer nada por nadie". Una verdad que daría mucho que hablar.

"Estoy harto de tener amigos. Lo único que vale la pena es estar rodeado de aduladores".

"El problema es que cuando no has bebido no tienes ganas de ver a nadie y cuando has bebido nadie tiene ganas de verte".

"Era una especie de regla entre ellos que nunca debían estar demasiado cansados para dejar de hacer algo; les parecía que de esa manera el día transcurría mejor en general".

"Se puede llevar una camisa que esté un poco sucia, pero una camisa arrugada jamás".

Respecto a un congreso de psiquiatría: "Al principio el congreso tendría un cierto aire norteamericano, casi <rotario> en su ceremonial y procedimientos".

En un vuelo en el que el avión bordeaba las montañas de Voralberg :-) habla de la perspectiva: "Qué sencillo resultaba todo observando la tierra a esa distancia". "Así es como veían las cosas los hombres de estado, los generales y todos los jubilados".

"El estar solo física y espiritualmente engendra soledad y la soledad engendra más soledad"

"Si uno no aprende en su propia casa a comportarse como es debido lo tiene que aprender luego en la vida a base de latigazos y es demasiado doloroso".

Y una de las mejores:

"Si te niegas a pensar, otros tienen que pensar por ti y les cedes el poder".

sábado, 3 de enero de 2015

Amistad de juventud, de Alice Munro

El género del relato es uno de los que creo que no se lee mucho en este país donde no se lee mucho de casi nada. A mí me encanta leer los cuentos de Borges, de Cortázar, de Poe, de Kafka, de Monterroso, de Benedetti, de Iwasaki, de Maupassant o de Carver. Por eso, de vez en cuando, acudo a historias breves (que se puedan leer de un tirón, como decía Allan Poe), por su mayor precisión lingüística, por su redondez, por su intensidad.

Ya he mencionado alguna vez que los premios grandes, por ampulosidad o por el montante económico, no me inspiran confianza y que una escritora gane el Nobel no me garantiza su calidad literaria. Alguno me achacará resentimiento porque Miguel Delibes no tuviera el Nobel y sí Cela o Echegaray, pero no. Carezco de malos sentimientos porque no me puedo permitir el lujo de perder el tiempo y la salud con emociones negativas. Es que he leído obras de autores premiados que me parecen premiosos, por no entrar en mayores detalles.

Sé que voy contra corriente en la opinión que voy a plasmar, pero es lo que siento. Ya sabes que no soy políticamente correcto.

El primer relato, Amistad de juventud, es un rollo. No cumple las características o normas de lo que tiene que ser un cuento. El final del relato parece un recorte de la wikipedia, hay párrafos enteros prescindibles para la historia, no hay un cambio en el desenlace con respecto al planteamiento... En fin, para la papelera.

El segundo, Five Points, otro tostón plano. Una infidelidad, historias entrelazadas, sin tensión ni ritmo. Es confuso.

El tercero, Meneseteung, trataba de una poetisa o alguien. No consiguió mantener mi atención.

Cuarto, Agárrame fuerte, no me sueltes, (soy masoquista, ya lo ves, sigo leyendo)...

La mitad última de los relatos es todavía más floja.

No te resumo más relatos. En todos la mujer aparece como infeliz, frustrada. En casi todos hay un hombre, bien de forma latente bien presente, aunque sea con carácter de secundario, en la historia. Además, es el culpable de la insatisfacción de la mujer. No critico esto, que es libre el autor y el narrador de tomar el punto de vista y la opinión que prefiera, sólo constato un leitmotiv entre los distintos relatos.