martes, 18 de agosto de 2015

Tombuctú, de Paul Auster


Míster Bones es un chucho callejero que acompaña a su dueño, Willy G. Christmas, en su vagabundeo por las ciudades. Su mayor habilidad es entender el lenguaje humano a la perfección. Sólo le faltaría hablarlo. Es inteligente, dócil, amable. Willy empezó a ser un vagabundo cuando se le apareció Santa Claus en el televisor, transmitiéndole la misión de esparcir buenas acciones. Como los días de Willy llegan a su fin se dirigen a Baltimore en busca de la antigua profesora de literatura de Willy, la que le motivó para escribir, para que se haga cargo de sus manuscritos y de Míster Bones.

Elegí este libro para quitarme el mal sabor de boca de la anterior novela de Auster. Está mucho mejor, pero tampoco es de mis favoritas de este autor. El narrador es el propio perro, salvo algún párrafo suelto en que pasa a omnisciente. No sé si esta licencia es premeditada o no, supongo que sí porque tanto el autor como el editor se habrían dado cuenta. Creo que está bien reflejada la mente de Míster Bones, tal y como nosotros, como seres humanos, podemos sospechar que piensan y, sobre todo, sienten estos animales tan inteligentes. Me vuelve a llamar la atención el final, ese giro dramático de punto y final, como en La música del Azar.

martes, 4 de agosto de 2015

La música del azar, de Paul Auster


¡Qué decepción! Me he encontrado con un libro tedioso, sin verosimilitud y una mezcla de "Misery" de Stephen King con el final de "Thelma y Louise". Lo terminé porque no tenía otro a mano en la playa...

Jim Nashe es un bombero de Boston que hereda de un padre que apenas conoció 200.000 dólares y tras abandonar su trabajo se dedica a gastarse la fortuna viajando en coche sin parar. Empezamos mal, no me parece a mí un dineral como para dejarlo todo, sobre todo porque tenía una hija que vivía con su hermana. Pero admito que hay gente pa tó. Conoce a Jack Potti, un jugador de póker, al que recoge de la carretera cuando iba trastabillando magullado por una paliza que le acababan de dar. Raro, pero soy de los que acepto las reglas de la ficción y asumo que los personajes son como son. Decide prestarle lo que le quedaba de la herencia para apostar contra dos primos, unos hombres a los que les había tocado la lotería y vivían solos.

Mientras, Jim se acuerda de su hija, a la que cuida su hermana. Pero parece que poco le influye. ¿Acaso esa herencia no era lo que necesitaba para recuperarla y vivir con ella? Pues no.

Resulta que los primos ya no son tan inocentes y les despluman. Jim y Jack no sólo pierden lo que quedaba de herencia, sino también el coche y hasta contraen una deuda mayor. Aquí empieza a chirriar. Vale que la gente pierde el norte y se juega hasta la pensión de la hija cuando cae en la lujuria de un vicio, pero aceptar trabajar como esclavos para pagar la deuda... Luego resulta que no pueden escapar, que tampoco llamar por teléfono pero les traen putas, que el capataz vigila su trabajo de construir el muro piedra a piedra con una pistola en la cartuchera... Cuando habían terminado el trabajo les vuelven a estafar los ricachones con una interpretación abusiva del supuesto contrato, Nashe lo acepta y sigue trabajando solo, rindiendo el doble... en fin, que no, que ni me lo he creído ni la historia me parece tan bien narrada como en otras novelas suyas.