La novela negra en general y los autores suecos en particular tienen la característica de retratar muy bien los ambientes, las escenas, las emociones de los personajes. Uno se sumerge en la narración con facilidad al reconocer detalles cotidianos y humanos en cada página. La lectura fluye y te arrastra como un torrente de capítulo en capítulo. Dominan los diálogos, emplean muy bien los motivos literarios, describen con eficacia... Incluso a pesar de los, para mí, impronunciables topónimos, disfruto de estas novelas como de un té caliente y una manta en invierno.
Un pareja de jóvenes descubren un avión hundido en el lago Fjrstjkqvz (o algo así ;-) ), pero no pueden salir a contarlo porque cortan la cuerda guía que les mantenía conectados con la superficie helada del lago a través de un agujero, también taponado. Que fuera un avión nazi de la SGM no era un detalle baladí. Así que la atractiva, interesante e inteligente Rebeka Martinsson se pone manos a la obra para descubrir a los asesinos.
Me ha gustado. Quizá lea algo más de esta autora.
Un pareja de jóvenes descubren un avión hundido en el lago Fjrstjkqvz (o algo así ;-) ), pero no pueden salir a contarlo porque cortan la cuerda guía que les mantenía conectados con la superficie helada del lago a través de un agujero, también taponado. Que fuera un avión nazi de la SGM no era un detalle baladí. Así que la atractiva, interesante e inteligente Rebeka Martinsson se pone manos a la obra para descubrir a los asesinos.
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