Era uno de mis autores favoritos. Me gustaban sus novelas. Es cierto que no había mucha variedad de estilo: un hombre, de profesión relacionada con el escribir, narrador en primera persona... Pero me gustaba saber lo que me iba a encontrar. Y hay una gran diferencia entre "El Palacio de la Luna", "El libro de las ilusiones"o "La noche del oráculo" y "Brooklyn Follies", "Invisible" y el resto de sus novelas recientes. Parece que se le acabaron las ideas, las buenas ideas. Ya no me interesan sus historias.
Con "Diario de Invierno" me pasa lo mismo. Pese a no ser ficción no pasa de ser una acumulación de datos, una correlación de direcciones donde vivió, de hechos que registra su memoria sin cuidar la proporción entre el tema y la extensión. Su mente divaga, parece, hace hincapié en temas fisiológicos, acumula enumeraciones... parece un libro por encargo.
Quien estuviera interesado en su vida puede leer "Cuaderno rojo" o "A salto de mata".
Es novedoso utilizar el narrador en segunda persona, me ha gustado como experimento. Y sigue con su plasticidad a la hora de describir. Hasta ahí todo lo que me ha gustado.
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