Una historia que me ha gustado, un libro que he disfrutado y de cuya compra no me arrepiento. ¡Por fin! Estoy deseando releerlo.
Un librero se encuentra el bolso de una mujer. Un bolso robado, pues falta la cartera y el dinero. Con el resto de objetos el librero se pone a indagar para descubrir a su dueña y poder devolvérselo. Así de sencilla es la historia.
Un librero se encuentra el bolso de una mujer. Un bolso robado, pues falta la cartera y el dinero. Con el resto de objetos el librero se pone a indagar para descubrir a su dueña y poder devolvérselo. Así de sencilla es la historia.
"Nostalgia de lo posible", ese concepto acuñado por Pessoa y que impregna el libro. Es una emoción que todos hemos sentido, o eso creo. Es esa añoranza de una historia o realidad que nunca tuvo lugar, es cuando echamos de menos a alguien o algo que no ha existido, lo sabemos, pero casi dudamos de tan intensa que es la emoción que nos provoca.
No se trata de una novela de intriga ni una historia romántica, pero tiene un poco de ambos. Me gusta cómo está escrito, con eficacia y plasticidad, sin extenderse en descripciones aunque sin omitirlas. Los diálogos no tienen guión, son punto y seguido, pero se entienden sin problema. Una historia sencilla, fresca, tangible, breve y bien escrita.
He leído varios libros de libreros y librerías estos meses y es inevitable las referencias a autores y obras destacadas. Indefectiblemente, los franceses se citan a sí mismos. El chovinismo francés no es un cliché. Sus autores se citan entre ellos como lecturas de sus personajes, referencias literarias... e ignoran a tantísimos grandes autores españoles, argentinos, peruanos, mejicanos, alemanes, italianos, ingleses, norteamericanos, checos, rusos... No existen, parece.
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