"Más tarde, antes de entrar en la universidad, consideré que la mejor vida imaginable incluye tantos partidos de golf como sea posible, por lo que decidí hacerme dentista. «¿Dentista?», se rió mi madre. «No puede hablar en serio. ¿Qué ocurrirá cuando se solucionen todos los problemas odontológicos? ¿Dónde estarán entonces los dentistas? No, Bobby, la gente siempre necesitará entretenimiento. estoy pensando en tu futuro. Te vas a meter en el mundo del espectáculo.»"
Este párrafo está incluido en su dedicatoria y me recuerda a esa pregunta o juego en la que se plantea la necesidad de salvar a determinadas profesiones en una catástrofe en función de su utilidad para la sociedad: médico, maestro, ingeniero, abogado, policía... ¿Y el narrador? Ésta sí que es una profesión que ha existido desde que el hombre es mono y en todas las civilizaciones y países. No es la mejor pagada, pero tampoco se valora y remunera con justicia el trabajo de una ama de casa, un voluntario en labores humanitarias o un investigador.
En mi afán de continuar aprendiendo —afán, vocación, necesidad...— he hincado el diente a esta biblia de los guionistas. No pretendo escribir un guión, pero sus recomendaciones son válidas para todo escritor. Da perspectiva al guionista —y, por ende, al novelista— de lo que funciona en el mercado cinematográfico y enseña a crear historias bien construidas, que son las que tienen posibilidad de venderse a Hollywood.
Y es que no pretende ser un manual de creación de obras maestras, sino enseñar a escribir historias que funcionen. Siempre con la referencia de la realidad del mercado actual —fundamentalmente del cine, claro— donde se echan en falta buenas historias.
Distingue talento de oficio y se pregunta por qué en Europa se enseña en las universidades a pintar, esculpir, etc. pero no a escribir. Como si aquí creyésemos que la escritura es un arte puramente genial e intuitivo.
Es un libro muy completo que recomiendo sin duda alguna. Es grueso y denso, así que hay que estudiarlo con tiempo y calma, digiriendo su contenido para que aproveche.
A lo largo de todo el libro tendremos cientos de ejemplos que sustentan sus argumentos, confeccionando de paso una lista de películas con las que disfrutar.
Una garantía, para el que necesite referencias, es que Robert McKee es responsable de historias como El hombre elefante, Gandhi, El color púrpura o Forrest Gump. Y de entre sus alumnos surgieron series geniales como Friends, Cheers y Ally McBeal.