Lex Varela es una investigadora editorial. Busca obras y autores para las editoriales que la contratan. En esta ocasión Birnan Wood, una firma especializada en libros de arte de gran formato, le ha encargado conseguir a Sniper (que en inglés significa francotirador), un grafitero legendario y huidizo, para proponerle una antología de su obra y una exposición en una galería de arte, incluso exponer en Londres o en el MoMA. Tras sus huellas va de Madrid a Lisboa, de ahí a Verona, Roma y Nápoles. Sniper es buscado, además, por el magnate Lorenzo Biscarrués quien le culpa de la muerte de su hijo y pretende ajustarle las hechuras.
Es estupendo aprender de las lecturas más allá de disfrutarlas. Gracias a este libro he comprendido que no todo el grafiti es vandalismo. Ya me gustaban muchas de sus "intervenciones" (sobre todo recuerdo algunas de Zurich o Ginebra), pero ahora sé que algunos grafiteros tienen reglas y principios. Ahora sé lo que es un tag y un stencil y he conocido la existencia y obra de Banksy.
Lo que más me ha gustado es el tema. ¡Por fin una novela con un
argumento novedoso! Sin embargo, las voces de los personajes suenan muy
parecidas a los de otras novelas del mismo autor y, por ende, al autor. Sobre todo cuando cita libros y películas. Es lo malo de leer y escuchar al Arturo Pérez-Reverte periodista, no puedo evitar reconocer su filosofía personal en boca de algunos personajes, como la protagonista y al propio Sniper. Lo peor y que me ha dejado mal sabor de boca: el final. El desenlace, tan sorprendente como verosímil, pierde efectismo por lo siguiente: una novela narrada en primera persona no puede escatimar al lector "esa información" tan importante sin incurrir en falta. (No voy a revelarlo porque procuro no destripar los libros a los que lean mis reseñas). Pero sí: Arturo Pérez-Reverte ha hecho trampas.
Me parece una novela floja, lineal, sin tensión ni intriga. Bien documentada, eso sí, y con buena ambientación. Encontramos buenas reflexiones y también descripciones muy plásticas, tangibles. Sin embargo, algunos
personajes estén desdibujados (Bigote Rubio y Cara Flaca; y no sólo por el mote). Me llama la atención que no haya
conseguido un académico como él lograr una voz femenina creíble en la protagonista (con la
excusa de que es lesbiana hablaba y se comportaba como un hombre) Y me
siento algo estafado con el final.
Una vez más hago una reseña personal y breve, no pretendo ni sentar dogma ni hacer una recensión rigurosa, a diferencia de otros blogs magníficos que flotan en la red. No me riñan los devotos del escritor cartagenero, que el best-seller, con todo, me ha gustado.
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